miércoles, 17 de octubre de 2012

DESIGUALDAD EN MEXICO: DIFERENCIAS QUE MATAN


PROGRAMA TEMAS LEMAS Y DILEMAS 
17 DE OCTUBRE DE 2012


Octubre 16 de 2011, fallece uno de los mejores periodistas que ha tenido México, Miguel Ángel Granados Chapa, quien nació en Mineral del Monte, en el estado de Hidalgo, el 10 de marzo de 1941. Estudió dos carreras al mismo tiempo en la UNAM: derecho por las mañanas, y por las tardes periodismo, para después estudiar el doctorado en Historia en la Universidad Iberoamericana.
Si viviera, ya imaginamos la Plaza Pública sobre lo que sucede en tiempos del PAN como responsable directo del gobierno de este país de duopolios, Televisa –Tv Azteca; Empresarios prestanombres – Narcos; Policías – Narcos; Ejercito y Marina – Narcos; PRI Y PAN. 

En tiempos en que El Chapo se les fuga, pasado de vivo y el “Lazca” se les pela ya difunto, ahora detendrán a los cadáveres de sus padres para, "disque" cotejar el ADN, y dar por bueno al muerto,  claro esto es lo de menos para el final del sexenio “calderonista” ya que la sangre ha desbordado las calles de México, la corrupción gubernamental y el desprecio al pueblo trabajador, son actos señeros, de quien no le mereció cumplir mínimamente una promesa de campaña: empleo, será por que no somos gallegos y por tanto paisanos de su cuate Mariano Rajoy, presidente emanado  del PP.
Contrastan en este contexto los datos del Coneval sobre la medición de la  desigualdad; se muestra que, en México, las distancias en el ingreso continúan siendo abismales. Mientras el 20% más rico del país se queda con más del 50% de la riqueza nacional, el 20% menos favorecido apenas logra tocar el 3.5%. Para colmo, después de las crisis de 2008 y 2009, un número importante de familias mexicanas fueron arrojadas a padecer pobreza alimentaria. O cuando no, como en el caso de los 44 mil trabajadores de Luz y Fuerza del Centro, agremiados al Sindicato Mexicano de Electricistas, que fueron despojados de sus empleos, por la solicitud de la oligarquía nativa y el odio y frustración del Presidente Calderón y su triste combo de idiotas funcionales, (esto no es un desahogo y menos una descarga de calificativos sin sustento, baste ver el amparo otorgado a los trabajadores no liquidados del Luz y Fuerza del Centro, representados por el Sindicato Mexicano de Electricistas.
La concepción de desigualdad que gobierna a la política social, es excluida  para dar pauta únicamente a la desigualdad económica y esta ha ocupado el centro del debate, la desigualdad de trato apenas se combate. Nos referimos a otro episodio más sobre la desinformación mediática impulsada como vehículo de control, por el duopolio televisivo. Cierto es que se parecen, y muchas de las veces conspiran juntas, pero no son la misma cosa.
Cuando la ley, el Estado o las personas tratan de manera diferenciada por razones injustas, la desigualdad no es únicamente económica. Cuando la educación impartida por el Estado no multiplica las oportunidades y se pretende desmantelarla para entregarla a las iglesias, cuando la salud es un derecho vigente para unos cuantos; diputados, mandos superiores de la alta burocracia y obviamente para sus familiares, pero  los términos para estos no son en numero y consanguinidad los mismos conceptos que limitan la prestación del servicio en el IMSS o el  ISSSTE, todos estos servicios se pagan con nuestros recursos, seguros de gastos médicos en clínicas y hospitales privados nacionales e internacionales, véase el caso de Lujambio, mientras al pueblo y a la clase trabajadora, le extinguen al Instituto Mexicano del Seguro Social, para llevarlo a la privatización. Cuando los tribunales juzgan en función de la apariencia física, o  por la filiación ideológica, clase social, edad y para la satisfacción de las aberrantes y etílicas ordenes del subnormal titular del poder ejecutivo, cuando el mercado del trabajo deja fuera de la formalidad en el empleo a ocho de cada 10 jóvenes, (reiteramos por que no son gallegos), cuando las y los indígenas del país son siempre los grandes perdedores, cuando ocho de cada 10 adultos no tienen acceso al sistema financiero tradicional, en fin, cuando la sociedad mexicana sostiene un cierre social sistemático para excluir a la mayoría, el problema de la desigualdad deja de ser sólo económico para convertirse en algo tanto más grave."
La desigualdad de trato está prohibida en México por la Constitución; es así porque ésta es sinónimo de discriminación. A veces los términos del debate se confunden y hay quien cree que no discriminar significa dejar de maltratar al semejante con las palabras o los actos. Siendo cierto lo anterior, la discriminación es mucho más que eso. La discriminación es antítesis de la democracia porque proviene de una situación en la que el Estado, la ley y las personas como las que se acuerpan en cosas como CCE.- Consejo Coordinador Empresarial,  CONCAMIN.- Confederación de Cámaras Industriales, CONCANACO.- Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio. CMHN Consejo Mexicano de Hombres de Negocios, ABM Asociación de Banqueros de México, Opus Dei, La Iglesia católica, El Yunque, el PRI, el PAN, el PRD entre otros, hacen distinciones injustas y arbitrarias.
Si nuestra democracia proyecta tanta insatisfacción es porque este régimen no ha servido para igualar trato y oportunidades. Cruzamos las fronteras del siglo XXI mexicano las mismas barreras de entrada, los mismos privilegios, las mismas influencias, los mismos ganadores de siempre. Acaso porque la desigualdad de trato sobrevivió es que también lo ha hecho la desigualdad económica y no a la inversa. La democracia no ha servido para conjurar la discriminación y por ello la mayoría de mexicanos asume que el actual régimen no puede ser considerado como tal. Así lo confirma el 52% de los entrevistados por el Latinobarómetro.
Y esa mayoría tiene razón; mientras el régimen político mexicano no sea capaz de cambiar el modelo económico, eliminar los verdaderos monopolios dañinos al país y al pueblo, no será factible tratar con igualdad mínimamente a quienes vivimos en México, si no reaccionamos para transformar las relaciones sociales y de producción, la podredumbre política permanecerá. Es por ello que la lucha contra la discriminación debería estar colocada como la primera de las prioridades del México por venir. Lo demás es lo demás."


DISCURSO DEL MAESTRO GRANADOS CHAPA AL RECIBIR 
LA MEDALLA BELISARIO DOMINGUEZ
QUE ACTUAL




A un año el maestro Miguel Ángel, esta vivo y trabajando ahora con su libro:



Buendía, el primer asesinato de la narcopolítica en México”

El día que Tundieron a Granados Chapa, Entrevista de Semblanza
Por Genaro Villamil

“Los periodistas no pueden, ni deben, ser socios de los políticos.
 Por eso, a la larga, cada periodista está en el lugar que se merece.
Y la gente lo sabe”
Miguel Ángel Granados Chapa

En octubre de 2008, en vísperas de que el Senado de la República le otorgara la Medalla Belisario Domínguez, su máximo reconocimiento, sostuve una larga entrevista con don Miguel Ángel Granados Chapa. Él salía de su emisión radiofónica de Plaza Pública en Radio UNAM. Estaba de muy buen humor.
La entrevista inició y terminó con una de las remembranzas más importantes para Granados Chapa: la influencia de Manuel Buendía, el columnista asesinado en mayo de 1984. Ese crimen marcó no sólo a una generación de periodistas sino al país entero. Y Granados Chapa tomó, en muchos sentidos, la estafeta del autor de la Red Privada.
En muchos sentidos, superó en influencia pública a Buendía, pero Granados Chapa nunca cesó en su interés por denunciar a los involucrados en el homicidio del periodista y en rendirle homenaje a este maestro de muchos periodistas. Preparaba un libro muy documentado sobre el caso Buendía. Desgraciadamente, su fallecimiento dejó incompleta la obra.
A continuación, para los lectores de Zócalo, las partes sustanciales de ese diálogo con Granados Chapa y de su visión de dos grandes reporteros de su generación: Buendía y Julio Scherer.
-¿A usted lo secuestraron por unos reportajes de la ultraderecha en Crucero?
-Me tundieron. Me secuestraron.
-¿Cómo inició sus trabajos en Crucero?
-Un amigo común, Horacio Guajardo, me puso en comunicación con Manuel Buendía. El me pidió un reportaje de prueba, lo aprobó y me contrató. Buendía era muy irónico y me dijo cuando leyó el texto:
“Mire nomás, en la universidad sí enseñan periodismo”.
“El daba clases en la Carlos Septién. Entonces fui uno de los dos reporteros de su semanario. Era una empresa chiquita. El había sido director del periódico La Prensa. Lo corrieron y al salir de ahí fundó este semanario que tenía alguna vinculación con el periódico El Día, que se imprimía ahí. Además, Enrique Ramírez y Ramírez era socio de Buendía en Crucero.
-¿Por qué la animadversión de los grupos de ultraderecha contra esa publicación y contra Buendía?
-Buendía estaba muy interesado en los grupos secretos católicos. Me pidió una serie de reportajes, algunos de ellos con bastante buena información, a partir del MURO. Era un organismo de fachada, pero detrás de él estaba un grupo secreto.
“A pesar de que el periódico circulaba poco, los reportajes causaron mucho efecto.
“Meses después de concluida la serie –el tiempo esperado para que no se establecieran relaciones de causa-efecto-, saliendo de dar clases en Ciencias Políticas, como ayudante de profesor, me secuestraron en el camino a la parada del autobús, cerca de Copilco. Me llevaron a Contreras, me ataron a un árbol, me dieron cinturonazos en la espalda y en las nalgas. Me tundieron muy fuertemente y me dejaron ahí”.
-¿Le dijeron algo?
-Sí. ‘Ahora vas a saber quiénes son los troskistas, cabrón’.
“Tenían todo el estilo de la violencia de estos grupos. Una de las cosas que salieron a relucir en los reportajes que hice es que eran un grupo muy violento, que incluso llegaban al asesinato. De modo que desde el momento mismo que me secuestraron supe de qué se trataba. El estilo, la complexión, coincidían. Me subieron a un Mercedes Benz negro. Todo era denunciatorio de quiénes eran.
-¿Encapuchados?
-No, con la cara abierta. De tal manera que cuando me dejaron ahí golpeado me sentí aliviado porque sabía yo que podía ser peor. Era una deuda que tenía yo que pagar y la había pagado en ese momento. Tuve el humor, cuando pude volver a la civilización, de hablarle a Buendía y le dije: ‘le tengo una exclusiva’. Le conté y publicamos el relato.
“Luego tuvimos dos comprobaciones: una de que sí eran ellos, los del MURO, y que tenían vínculos con el gobierno, con Gobernación.
“Buendía era muy amigo de policías. Consiguió que le pusieran a un compadre suyo agente de la judicial a hacer la investigación. Y al compadre le dijeron un día: ‘Párale’. Y el compadre nos contó. Se paró la investigación por decisión directa de Luis M. Farías, en ese entonces director de Prensa de Gobernación, bajo las órdenes de Echeverría. El era el contacto con las sociedades secretas. El era miembro desde su época de estudiante. Mantuvo ese vínculo, de modo que no se avanzó en la investigación y ahí murió ese asunto”.
-¿Le contagió Buendía esa  parte muy característica de indagar en el rostro oculto de la política?
-Sí.
-¿Por qué Buendía tenía esa obsesión?
-Por dos razones. Primero porque él había sido seminarista, había sido militante del PAN y vio cosas que no le gustaron y se hizo antipanista. Y porque fue reportero de policía y se imbuyó de un espíritu de investigador policiaco. Eso lo aplicó a la política y por eso sus temas y su estilo eran de investigador policiaco.
“Eso le costó la vida. Zorrilla, el que lo mató, era un policía”.
-En sus escritos, Buendía marcó el inicio de la narcopolítica y también del ascenso de la ultraderecha. ¿Es correcta esta apreciación? ¿Qué es lo diferente entre esa época y ahora para un periodista que investigaba eso?
-No creo que tengan vinculación la narcopolítica con la derecha, pero son grupos violentos. Son grupos criminales que fingen no serlo, especialmente los de la ultraderecha. Pero también hay narcos que no se ostentan como tales, los lavadores de dinero, y contra ellos no se combate.
-¿Es igual de difícil para un periodista investigar ahora?
-No, ha mejorado muchísimo. Para empezar, esos temas interesan a más gente y hay la posibilidad de intercambio profesional de información, de apoyo entre colegas, de búsqueda en común de contactos. Ahora más o menos se sabe quién es quién. Todo el trabajo de Alvaro Delgado, por ejemplo, se realizó, en buena medida, adentro del PAN, a sabiendas de con quién hablaba. Los grupos secretos ya no son tan secretos.
“En cambio, cuando el terreno no está roturado, corren el riesgo de meter la pata. Pretender que un informante no es parte de lo informado y sí lo es. “Había un sacerdote jesuita Martens, con quien yo tenía una buena relación, hasta que descubrí que era un secreter también. Un juramentado. Era una de mis fuentes. Porque hay grupos, con muertos entre ellos, muy adversos, muy antagónicos. Son extremistas católicos, pero con distintas modalidades”.
-¿El hecho de que hayan llegado al poder los vuelve más vulnerables frente al periodismo?
-Sí. Por ejemplo, el secretario de Gobierno de Guanajuato, Gerardo Mosqueda, él está ahora muy expuesto a la luz, aún en medios que hubieran sido muy afines con él, como AM. Ganan poder, pero pierden opacidad y yo creo que a la larga va a ser para ellos es negativo porque pueden perder el poder, por ser tan visibles.
-¿Siguen siendo una amenaza a la democracia?
-Sí.
-¿Por qué?
-Porque no son demócratas, son autoritarios, y porque son violentos, pueden matar.
-¿Cómo era don Julio Scherer como director en un periódico como Excélsior?
-Era muy imperativo… hasta que dejaba de serlo. De pronto, me dio plena confianza. Me dio la responsabilidad de las páginas editoriales. Nos entendíamos por señas, incluso dio lugar a equívocos.
“Un día me dijo: ‘Oiga, ya vio usted lo de Bracamontes’, ‘Sí, hombre’, ‘Editorialazo, ¿no?’ ‘Editorialazo’, pero yo creía que en contra y él creía que a favor. Pero, salvo una o dos veces así, en general había un acuerdo.
“El era muy respetuoso en general. Me dejé crecer la barba en el año 73, desde entonces no me la he quitado. Por alguna razón, un día íbamos bajando la escalera, coincidimos, y me dijo ‘oiga, como director de este periódico ¿puedo oponerme a que usted use barba?’, y le dije ‘no’. Y ahí murió el asunto”.
“Un día subió a mi oficina para decirme que había que hacer una editorial apoyando a Rabasa, el canciller, en su acercamiento a la junta de Pinochet. Le dije que era una barbaridad. El me comentó que si no, no le daban los salvoconductos a los mexicanos que estaban atrapados en la embajada. Es que es una trampa, le argumenté. Razonamos. De ahí pasamos a la discusión. Había un entorno, además, que facilitaba el enojo por sus inclinaciones a Regino Díaz Redondo.
-¿Usted ya desconfiaba de él?
-Sí. Julio cometió el error de decir que él se iría pronto de la dirección de Excélsior y que sólo uno de dos lo reemplazaría: Regino o yo. Con frecuencia me lo decía a mí. Y le respondía: ‘Oiga, me ofende a mí que me ponga en el mismo nivel que a Regino’. Es como si Echeverría lo tratara a usted como Alarcón o como Emilio Azcárraga.
“El hecho es que en esa discusión alzamos la voz y se hartó. Y dijo: ‘pues no se olvide usted que yo soy el director’. Y tenía razón. Entonces le dije: ‘encuentre quién le escribe la editorial porque en este momento me voy. Y él se bajó a su oficina y yo empecé a guardar mis cosas en una caja de cartón’.
-¿Por el tema Rabasa?
-Por el tema y por el tratamiento.
“Guardé mis cosas, escribí una carta de renuncia, me dijo Elenita Guerra, su secretaria, que no podía recibirme. Al rato me mandó a llamar. Toqué, me dijo que pasara y él caminó desde su escritorio al fondo, con un papel en la mano, y yo con mi carta de renuncia. Nos encontramos a medio camino y él me dio la cuartilla. En la discusión o después me dio la razón y él personalmente escribió la editorial en sentido contrario a lo que él quería inicialmente. Y eso fue lo que me dio”.
“Yo le di mi carta de renuncia, pero él la rompió a sabiendas de que había desaparecido el motivo de mi renuncia. Y nos dimos un abrazo. Era un gesto de grandeza, de profesionalismo, hasta de humildad.
“Luego discutimos mucho y nos distanciamos por su preferencia por Regino. Regino era una muy mala pieza, un mal bicho. Desde sus vicios personales, su corrupción. Yo tengo un pleito legal contra él, porque dije que era un cocainómano y lo era, yo lo vi, a mí me constaba. Como éramos parte del equipo de Scherer a veces cenábamos en el Ambasadeur, un restaurante en la parte de abajo. Regino era muy bebedor y de pronto se iba al baño y regresaba rozagante. Un día, sin saber que estaba yo en el baño, lo vi inhalando. Se ruborizó y al ratito regresó como nuevo.
“Se sabía que su corrupción venía en buena medida de su adicción. Porque antes era mucho más caro”.
-¿Cómo contrasta a Buendía con Scherer? ¿Fueron dos maestros para usted?
-Sí, sí absolutamente. Ellos habían sido amigos en algún momento, porque fueron preparatorianos si no compañeros, por lo menos contemporáneos en el instituto de los jesuitas que después fue el Instituto Patria. Como reporteros en los años cincuenta coincidieron.
“Eran distintos. No los puedo comparar estrictamente hablando, porque Buendía era más claramente mi jefe. El me decía qué y cómo. Scherer no. En el periódico, me daba mayor autonomía. Cuando dirigí la sección internacional, él no me decía cómo manejarla. En cambio, con Buendía era un periódico muy chiquito. Había una dirección más inmediata e imperativa”.
“Buendía no delegaba porque no había en quién delegar. Scherer sí. Scherer daba líneas, tonos generales, pero uno era responsable de hacer lo que tenía qué hacer.
-¿Por qué se distanciaron?
-Porque Buendía comenzó a escribir en Excélsior de Regino Díaz. Buendía escribió la columna Red Privada inicialmente en El Sol de México que era dirigido realmente por Fausto Zapata, en nombre de Echeverría.
“Cuando nos echaron de Excélsior, Buendía escribía en El Sol de México. Scherer y Fausto Zapata habían sido amigos. Grave error de Scherer. Yo le decía: ‘Zapata finge ser tu amigo, no lo es’. ‘No, es mi amigo’, me respondió. Y fue uno de los autores del golpe, Zapata.
“A Scherer le vino mal que Buendía escribiera en el periódico dirigido por Zapata que había sido uno de los autores del golpe.
“Ya tenían una relación distante. Por ejemplo, hice amigos a Buendía y a Zapata, pero no logré que ambos aceptaran una invitación a comer. Le pudo mucho a Scherer que Buendía comenzara a escribir en Excélsior. “Buendía me avisó: ‘no tengo más remedio que ir a Excélsior, pero quiero informárselo’. ‘No hombre, a mí no me tiene que informar nada’, le respondí. Pero a Scherer no le dijo nada.
-¿Era en el fondo un malentendido?
-Buendía pasó de ser antipanista a ser propriista y Scherer no. Entonces, a Scherer le pareció que tenía demasiada cercanía con el gobierno. Y realmente había un cierto problema de celos, me supongo. Los dos tenían catadura de director.
-¿Si le hubiera gustado reconciliarlos?
-Si no reconciliarlos, acercarlos. No tuve eco.
-¿Qué pasó después del crimen de Buendía?
-Scherer mantuvo su distancia con Buendía. Incluso, le costó trabajo aceptar el premio Manuel Buendía. Ese premio se entregó a él por segunda vez. El premio se entregó a Alejandro Gómez Arias, a Scherer, a Elena Poniatowska y a mí.
“El último momento de acercamiento entre Buendía y Scherer se produce por una columna sobre Hank González que no se publicó en El Universal. Esa columna apareció en Proceso.
-¿Se la pidió don Julio?
-Alguien le sugirió a Julio que la publicara.
-¿El mote de Gengis Hank , cuando fue regente capitalino y construyó los ejes viales fue de usted?
-No. Fue Manuel Buendía que lo tenía en el blanco. Buendía dejó de trabajar en El Sol de México y publicó su columna en El Universal.




PARA MUESTRA DE LAS DESIGUALDADES, CUANDO SE DIO EL COBARDE Y MEZQUINO ACTO EN CONTRA DE LUZ Y FUERZA DEL CENTRO BUSCANDO DESTRUIR A SUS 44 MIL TRABAJADORES Y 22 JUBILADOS, SE ARGUMENTO POR EL SUBNORMAL FELIPE CALDERON: 
Que los costos de Luz y Fuerza del Centro casi duplican a sus ingresos por ventas; de 2003 a 2008 registró ingresos por ventas de 235,738 millones de pesos, mientras que sus costos fueron de $433,290 millones de pesos (incluyendo energía comprada a la Comisión Federal de Electricidad).
Que el organismo registra un pasivo laboral de 240 mil millones de pesos, de los cuales solamente 80 mil millones corresponden a trabajadores en activo y 160 mil millones al personal jubilado.
Que los resultados que ha reportado Luz y Fuerza del Centro son notablemente inferiores respecto de empresas u organismos que prestan el mismo servicio a nivel internacional, inclusive respecto de los que ha reportado la Comisión Federal de Electricidad, ya que, entre otras razones:
a) El porcentaje de pérdidas totales de energía de Luz y Fuerza del Centro es excesivo y superior en casi tres veces al que presenta la Comisión Federal de Electricidad. A junio de 2009 Luz y Fuerza del Centro perdió el 30.6% de energía, en tanto que dicha Comisión perdió el 10.9%; casi ninguna empresa eléctrica en el mundo registra el porcentaje de pérdidas que presenta Luz y Fuerza del Centro.
b) En 2008 Luz y Fuerza del Centro perdió 32.5% de la energía que compra y genera para vender. El valor estimado de estas pérdidas totales ascendió a casi 25 mil millones de pesos, lo que representa el 52% de los ingresos totales por ventas del organismo.
c) En el mejor de los casos, los costos unitarios de las obras que ejecuta Luz y Fuerza del Centro son 176% superiores respecto de los costos de la Comisión Federal de Electricidad.
Que a diciembre de 2008, Luz y Fuerza del Centro no atendió diversas solicitudes de prestación de servicio que, en su conjunto, representan el doble de la demanda en Acapulco. La falta o insuficiencia de suministro de energía eléctrica es un factor importante que puede inhibir la decisión para realizar inversiones por lo que esta situación no es sostenible.




DE NO SER TAN GRAVE EL ATENTADO DEL SUBNORMAL DE CALDERON, HECHARÍAMOS A REIR 



EL AMPARO DIRECTO OTORGADO  ES CONTUNDENTE Y NO HACE MAS QUE DAR LA RAZON A LO QUE LOS TRABAJADORES ELECTRICISTAS HAN AFIRMADO DESDE LA MISMA NOCHE DEL INFAUSTO GOLPE, LOS MAGISTRADOS COINCIDEN Y DECLARAN: El presidente Felipe Calderón no demostró que la extinción de Luz y Fuerza del Centro (LFC) correspondiera a una causa de fuerza de mayor, por lo que la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje (JFCA) actuó ilegalmente al validar el despido de los integrantes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), establece el amparo directo (juicio de garantías) concedido a los ex trabajadores, el cual determinó también que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) es el patrón sustituto de los despedidos mediante decreto presidencial del 10 de octubre de 2009. 
El segundo tribunal colegiado en materia laboral, sin hacer referencia concreta a la reinstalación de los integrantes del SME, ordenó a la JFCA que emita un nuevo laudo siguiendo los lineamientos de la sentencia, tomando en cuenta que sí se dio la sustitución patronal con la CFE, para resolver con plenitud de jurisdicción lo que legalmente proceda.
Después de que la segunda sala rechazara conocer esta demanda en 2011, por considerar que al tratarse de un tema de legalidad le correspondía atenderlo al tribunal colegiado, los magistrados resolvieron el 13 de septiembre pasado que la decisión de la JFCA de reconocer al Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE) –coordinado por Hacienda– como encargado de liquidar a los trabajadores fue ilegal, porque el Ejecutivo federal no demostró que la terminación de la relación laboral con los electricistas fuera producto de una causa mayor o de un caso fortuito, no imputable el patrón, como lo establece la Ley Federal del Trabajo.
Es decir, fue insuficiente el argumento del Presidente de que debía extinguir la paraestatal porque no resultaba ya costeable para la economía nacional o por interés público. Ello, porque en este caso el gobierno sí estaba en condiciones de atender la inconsteabilidad de la empresa, incluso con la implementación de las medidas pertinentes para su administración eficiente.
La sentencia de amparo 1337/2010, precisa que en esas condiciones la JFCA emitió un laudo violatorio de la Ley Federal del Trabajo y de los derechos de los trabajadores, al permitirle al SAE que se encargara de disolver el vínculo laboral con los electricistas, cuando sólo estaba facultado para iniciar los procedimientos correspondientes para llevar a cabo la liquidación.
Asimismo, la sentencia de los magistrados subraya que el mismo decreto presidencial y tesis de jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) confirman que sí se da la sustitución patronal en la persona moral de la CFE.


La sustitución patronal existe, según la ley, cuando se realiza la transmisión de un patrimonio de una persona a otra (sea física o moral), mediante la incorporación de una empresa o razón social a otra ya existente, situación que se cumplió, porque la CFE quedó como la encargada de prestar el suministro de energía eléctrica, por lo que es obvio que a ella se le transmitió esa responsabilidad, indica la sentencia. Además, esto ocurre porque la CFE emplea las mismas herramientas y bienes que operaba el patrón sustituido.
El único patrón sustituto que puede haber es la Comisión Federal de Electricidad”, independientemente de que el decreto referido no lo establezca así, entendieron los magistrados.  

LA TREMENDA CORTE YA SE PRONUNCIO Y POR TANTO EL FALLO DEL TRIBUNAL COLEGIADO ES INATACABLE VE ESTE ENLACE





Burocracia "obesa"

14 de octubre de 2012
Nayeli Cortés | El Universal


Aunque la nómina total del gobierno federal abarca entre 4 y 5 millones de personas, el gasto más fuerte se hace en mandos medios, en especial, 26 mil subdirectores de área que se llevan 14 mil 968 millones 576 mil pesos

ALTO PRECIO.
Mandos superiores como el
del presidente de la República
y los 19 secretarios de Estado
implican erogaciones Gubernamentales
 (por concepto de percepciones)
cercanas a los 66 millones de pesos anuales.

"El gobierno federal tiene una plantilla de 71 mil 838 plazas por la que eroga 48 mil 460 millones 580 mil 988.65 pesos, según el resumen analítico del presupuesto elaborado por la Secretaría de Hacienda.
De estas plazas, casi cinco mil corresponden a directores, más de 10 mil a directores de área; 26 mil cinco a subdirectores de área; 30 mil 82 a jefes de departamento, etcétera. Esta plantilla incluye oficinas del sector central, órganos administrativos desconcentrados, entidades de control indirecto y directo.
Mandos superiores como el del presidente de la República y los 19 secretarios de Estado implican erogaciones gubernamentales (por concepto de percepciones) cercanas a los 66 millones de pesos anuales.
Conforme baja el escalafón, el número de plazas crece y también la bolsa de recursos para efectuar pagos.
Los subdirectores de área absorben la mayor cantidad de recursos destinados al pago de nómina en el gobierno federal: por 26 mil cinco existentes, se erogan 14 mil 968 millones 576 mil 290.45 pesos.
Los jefes de departamento absorben el mayor número de plazas: 30 mil 82, que implican un gasto de 11 mil 59 millones 499 mil 317.12 pesos.
David Arellano Gout, experto en administración pública del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), recordó que la Secretaría de la Función Pública emitió los “Criterios Técnicos para la Validación de la Valuación de Puestos de la Administración Pública Federal.
Aunque este documento es una guía para determinar en qué casos es válida una contratación y en cuáles no, Arellano reconoció que no se siguen al pie de la letra: “Pareciera que en algunos casos se han creado perfiles o plazas que no corresponden a la normatividad o no se justifican.
Reconoció que las cifras sobre el número de plazas en el gobierno federal varía según quien la emita. Agregó que aun cuando existe información relativa al rubro, esta permanece dispersa y en la opacidad.
Desde su óptica, el número de plazas antes mencionado no es el problema. El conflicto, agregó, es la burocracia de planta que no puede ser evaluada con base a resultados y que engrosa sustancialmente la nómina gubernamental."
Hace 20 años había menos burocracia.
Por ello, consideró necesario conjuntar en un mismo sitio web (ya sea el de la Cámara de Diputados o de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público) el analítico de plazas; los criterios para otorgar salarios; para crear puestos y demás información que permita al ciudadano tener claro si la inversión se justifica.
José Castelazo, presidente del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP) ejemplificó el crecimiento de la burocracia federal con una cifra: en el sexenio de Miguel de la Madrid había 51 subsecretarios, hoy hay 98.
Recordó que la figura del director general adjunto fue introducida a la administración pública federal en el sexenio de Ernesto Zedillo Ponce de León.
Aseguró que por cada peso erogado en la nómina hay un desembolso adicional de 80 centavos. Estos 80 centavos corresponden a gastos extras provocados por un empleado (luz, agua, desgaste de mobiliario y equipo, mantenimiento, gasolina, viajes, etcétera).
Recordó que la teoría dice que el tramo de control de cualquier jefe no debe exceder de cinco personas a su cargo, porque de lo contrario pierde capacidad de comunicación y, por ende, eficacia en el ejercicio del gobierno.
“El gobierno mexicano tiene una enorme cantidad de subordinados. Los jefes son incapaces de establecer una relación jerárquica productiva con cada uno de ellos. En la administración pública mexicana hay un exceso de generales, pero también mucha tropa, concluyó.
En el ámbito federal, recordó, existen alrededor de 250 dependencias, entidades de control director o indirecto, fideicomisos, etcétera.
Diferencias salariales
Según el documento elaborado por la Secretaría de Hacienda, el presidente de la República gana (según el límite máximo de su percepción) 6 mil 129 pesos más que un secretario de Estado y 18 mil 125 pesos más que un director general.
Es decir, mientras la percepción ordinaria máxima (salario) del presidente Felipe Calderón presupuestada para este año es de 204 mil 95 pesos, cada uno de los 19 secretarios de Estado perciben 197 mil 966 pesos."
"En opinión de Arellano Gout, el problema real de los salarios de quienes trabajan en la administración pública federal, es que no hay claridad sobre los indicadores que se toman en cuenta para fijarlos.
Por ejemplo, en el caso de los subsecretarios sí existen diferencias salariales según su responsabilidad y nivel de riesgo.



EL COLMO DE ESTE GOBIERNO DE SUBNORMALES VIVOS SE LES ESCAPAN Y MUERTOS LOS PIERDEN
NI COMO AYUDARLOS, POR ESO NOS HA IDO COMO VEMOS, EN TODO EL PAIS.


El cadáver exhibido “no es del Lazca”


PATRICIA DÁVILA

15 DE OCTUBRE DE 2012 ·





De acuerdo con expertos en criminalística y ciencias forenses que laboran en el ámbito judicial consideran falso que el cadáver presentado por la Secretaría de la Marina Armada de México (Semar) y el gobierno de Coahuila como el de Heriberto Lazcano Lazcano corresponda realmente al del líder de Los Zetas.
A petición de Proceso, especialistas de varias instituciones que pidieron el anonimato realizaron una identificación criminal empleando fotografías del cadáver exhibidas por la Semar, así como las imágenes en que el jefe de Los Zetas aparece en vida. Este ejercicio lo realizaron con base en el dictamen médico legal de la necropsia difundido por la prensa el viernes 12.
“El día 7 de octubre de 2012, en el anfiteatro de la Funeraria García, de Sabinas, Coahuila –señala el documento–, el perito médico forense de la PGJE (Procuraduría General de Justicia del Estado) realizó la necropsia de ley al cadáver de una persona que se tenía como no nombre (nn), emitiendo el dictamen médico legal de necropsia en los términos siguientes:
Examen traumatológico: “Herida (ocasionada) por proyectil de arma de fuego de grueso calibre con orificio de entrada en región occipital, alojando el proyectil en la base del cráneo, en la parte anterior izquierda, con trayectoria de atrás hacia adelante, de abajo hacia arriba y de izquierda a derecha”.
Una segunda herida “por proyectil de arma de fuego de grueso calibre con orificio de entrada en la parte posterior de la región parietal izquierda y orificio de salida en región parietal derecha, que fracturó el hueso occipital”, además de otras cuatro heridas, también por proyectil de arma de fuego, que en opinión de los especialistas no son causa de fallecimiento: una en el glúteo derecho, otra en el glúteo izquierdo, la quinta en la región pectoral derecha –debajo de la tetilla– y la sexta en el codo derecho.
–¿En la herida número uno encontró incongruencias –se le pregunta a uno de los especialistas.
–Sí. Porque, ¿cómo es posible que una bala de grueso calibre se aloje en la base del cráneo? Normalmente, cuando son proyectiles de esta dimensión entran y salen, la atraviesan completamente porque el poder de destrucción es muy alto. Es el mismo efecto que los humanos tenemos cuando nos disparan en la cabeza, salvo en calibres pequeños: las paredes del cráneo pueden resistir esos impactos. Sin embargo, la Semar dice que los marinos dispararon a una distancia de 30 metros. ¡Imagínese el poder de fuego que tiene el arma para disparar de esa distancia y darle a la cabeza a alguien! No es común. No es normal que el rostro del cadáver esté completamente limpio.
–En la población de Progreso, donde, según las autoridades, fue abatido El Lazca, una testigo declaró al periódico Excélsior que a uno de los ejecutados lo obligaron a hincarse y luego le dispararon…
–Como no tenemos acceso al resto de la información –sobre todo a los indicios que nos permitirían reconstruir el hecho o por lo menos acercarnos al mismo a través de las fotografías y el rastreo pericial que levantan– , no sabremos si efectivamente se realizaron estas maniobras en este lugar.
–Si fue como ella dice, ¿su versión se ajusta a las características de algunas de las heridas?
–Coincide con la herida número uno. Lo tienen boca abajo y tirado en el piso; bien podría concordar. Pero, repito: tendríamos que tener acceso a más documentación para buscar otros indicios, como rastros de pólvora o quemaduras, porque el cadáver, o al menos la parte que nos muestran de él, no tiene quemaduras.
Imágenes manipuladas
Otro de los peritos consultados se refiere a la herida dos:
“La necropsia dice que entra (una bala de grueso calibre) en la parte posterior de la región parietal izquierda y sale por la derecha –esta región es el hueso que tenemos por arriba de la oreja–, y que el orificio de salida en la región parietal derecha fractura el hueso occipital. Si uno se toca atrás de la cabeza, sentirá una protuberancia, como una bolita, ese es el hueso occipital; o sea que la bala penetra y rompe todo el cráneo y fractura este hueso. Y si nos fijamos en las fotografías donde el muerto aparece acostado y se le ve la oreja derecha, no aparece ningún orificio de salida”.
Incluso muestra imágenes que circulan en internet: “Fíjese –dice– cómo el cadáver está en posición de tres cuartos y se le ve claramente la oreja del lado derecho. Y por arriba de ella está el hueso occipital por donde supuestamente salió la bala… No se ve ningún orificio”.
–¿Esto qué quiere decir?
–Que las imágenes presentadas al público están manipuladas y fueron hechas especialmente para aparentar que la víctima es El Lazca. Sin embargo, el protocolo de necropsia y lo que nos muestran los medios no es lo que sucedió. Científicamente no es posible comprobar la identidad de este sujeto por lo que nos están diciendo. Científicamente, las fotografías que nos presentan no concuerdan con las que conocemos de él. ¡Imagínese! Se ha difundido que la Marina utilizó armas de 2.23 mm. Con su poder destructivo, le hubiera volado la cabeza. Es sencillo: no concuerdan las armas utilizadas con las lesiones que presenta el sujeto fallecido.
–¿Y en cuanto a la herida tres?
–El resto de las lesiones no son importantes para un uso criminalístico mortal porque no causan la muerte. Las importantes son las de la cabeza.
–¿Estas son las dos heridas que, al comparar los cuerpos en fotografía, nos hacen estar seguros de que no se trata de la misma persona?
–Sí. Si usted observa las imágenes del sujeto, verá que las regiones en las cuales deben aparecer heridas, no tiene lesión alguna.
–El médico forense de Coahuila declaró que no eran seis, sino cinco las heridas, y también dijo que había señales de cirugía plástica en las orejas. ¿Es lógico que alguien se opere las orejas y no el resto de la cara?
–Es ilógico. Ahora que ya no tienen el cuerpo, cómo es posible que salga un doctor a decir que tenía una cirugía plástica en las orejas, cuando lo debieron haber dicho desde un principio; y ahora retiran las fotografías de internet para que no se vea la comparación. El certificado debió incluir las cicatrices y las heridas encontradas en el sujeto.
–En algunos sitios de internet circula una fotografía del cuerpo donde aparece con la frente y parte de la nariz deshechas, además de una herida en el labio. ¿A cuál de las heridas de la necropsia corresponde?
–Tendría que ser a la primera, porque cuando el proyectil disparado por arma de fuego entra en la región occipital, es decir en la nuca, de arriba hacia abajo, la bala pega en el hueso contrario, que es el hueso frontal. Pero el sujeto que nos presentan no tiene ninguna herida. O nos hicieron un photoshop o un gran teatro.

Escenarios inverosímiles

Los peritos consultados aceptaron realizar el análisis de manera no oficial, sólo por “inquietud” forense, para saber si las cosas están bien o mal hechas.
–¿Y cómo están? –se le pregunta a un tercer experto.
–Estaban mal hechas. Ahora, sobre la marcha, tratan de recomponer la situación.
–¿Puede ser que Lazcano Lazcano no esté muerto?
–Hasta no tener las pruebas de ello, afirmarlo sería faltar a una ética profesional.
Algunos peritos realizaron una explanometría facial, tanto al rostro del cadáver como a una fotografía tomada a Lazcano cuando aún vivía.
–¿Qué indican las mediciones? –se les pregunta a los peritos.
–No concuerdan. El estudio denominado explanometría facial consiste en realizar ciertas mediciones en el rostro de las personas para tratar de identificar esas pequeñas características que son únicas y que a pesar de que se practique cualquier operación, no variarán. Son perennes –dice uno de ellos.
Explica que estas características son la comisura de los labios, el tamaño de las orejas y de los huesos de los pómulos, así como las “entradas” entre el cabello.
–¿Qué resultados obtuvieron?
–Lo que nos provoca dudas es la posición de las orejas. Dicen que se las operó, pero aun así no concuerdan, porque una cosa es operarse las orejas y otra es cambiarlas de lugar. Las orejas están en diferente lugar. En la foto del vivo la altura de la oreja está sobre la elevación del ojo, mientras que en la foto del muerto está aún más arriba que la oreja del vivo.
En cuanto a la comisura de los labios, se realizaron superposiciones en las que se acomodan de manera muy evidente; sin embargo, en la foto del sujeto cuando estaba vivo están más pequeñas que en el fallecido.
En cuanto al tamaño de los huesos del pómulo, estos son más prominentes en el vivo que en el muerto, “a menos que un doctor le haya recomendado rebajarse los huesos; pero es una operación que aquí en México no se lleva a cabo, y sinceramente no creo que se la haya practicado”, afirma.
Por lo que respecta a las “entradas”, si bien son similares, en las fotos del sujeto vivo, están más cerca de la ceja, mientras que en el muerto están más alejadas. Sé que se pueden quitar, pero como es un rasgo genético, las entradas de pelo regresan a su lugar.
–Decía usted que estos rasgos genéticos no cambian. ¿No se modifican cuando la persona muere?
–No. Salvo que el cuerpo esté putrefacto.
–¿Cuál es la conclusión a la que llegan ustedes?
–Que el sujeto que nos están presentando como Heriberto Lazcano no es él. Salvo que tengamos más elementos, más indicios y acceso al expediente, podríamos cambiar de opinión. Hasta ahora, con el conocimiento científico que poseemos podemos determinar que no son la misma persona.
–¿Qué genera este tipo de posibles errores forenses?
–Que la mayoría de la gente no nos crea. Hay casos en la opinión pública que han sido muy sonados –como el de la niña Paulette, en el Estado de México–. No es posible perder años de experiencia y de estudio por el mal manejo que se hace de estas informaciones. A los expertos forenses nos están destruyendo. Son situaciones que desprestigian a los forenses que realmente estudiamos y que tenemos el interés de que esto se resuelva de manera imparcial.
“Espero que los expertos forenses tengamos un lugar preponderante en este tipo de situaciones y que el gobierno mexicano voltee la vista a la ciencia. Dejarse de hacer lucubraciones, cuentos y engañarse a sí mismo. Y que la ciencia permee las investigaciones criminales como se hace en todo el mundo, menos en México”, concluye el último de los entrevistados.


PEÑA NIETO SALVARA A ESPAÑA 
MEXICO QUE CH...LA PROLE NO LO VALE 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Te agradecemos la oportunidad de saber de tu persona pero sobretodo de tu opinión, que para nosotros es importante. Unicamente pedimos que el anonimato nunca se albergue en este espacio