PROGRAMA TEMAS LEMAS Y DILEMAS
11 de diciembre de 2013
La llamada reforma energética: trastorno público generado por Peña Nieto y el PRIAN
“Quien compra la
Presidencia, termina vendiendo la Patria”:
Layda Sansores.
La aprobación por el Congreso de la Unión de las
iniciativas privatizadoras en materia energética presentadas por Peña Nieto-PRIAN,
constituyen además de un trastorno público, el establecimiento de una serie de
medidas contrarrevolucionarias que en los hechos nos regresan a las condiciones
sociales existentes durante el porfiriato en nuestro país. Recordemos que la
Revolución Mexicana iniciada en 1910, tuvo como uno de sus principales ejes la
resolución del asunto agrario (es decir, la desaparición de los grandes
latifundios y su reparto entre los campesinos), pero además se estableció la
Constitución Política Mexicana en febrero de 1917, cuya columna vertebral
fueron los artículos 3°, 27 y 123, los cuáles garantizaban el derecho universal a la
educación laica y gratuita; a la propiedad de la Nación mexicana sobre sus
hidrocarburos, incluyendo al petróleo y el derecho al trabajo con un salario
suficiente, respectivamente.
Con la decisión de Senadores y diputados de
aprobar las modificaciones en materia energética propuestas por Peña Nieto y el
PAN reformando los artículos 25, 27 y 28 constitucionales, arrancándole a la
Nación la propiedad sobre la Industria Petrolera y Eléctrica, se consolida el
triunfo del modelo económico neoliberal en México, como en pocas partes del
mundo. De hecho los tres poderes de nuestro país (legislativo, ejecutivo y
judicial), van en contrasentido a lo que sucede en gran parte de nuestro
planeta, dado que muchos países han revertido la política económica neoliberal
renacionalizando sus industrias estratégicas.
Ejemplo de ello son Argentina, Chile, Brasil y
Venezuela, quienes con las medidas de fortalecer a sus empresas públicas han logrado
un desarrollo económico e industrial muy
superior al mexicano, como lo documentó recientemente la Comisión Económica para América Latina
(CEPAL), concluyendo que México es el único país de América Latina en donde ha
crecido la pobreza.
Aquí cabe hacer la siguiente pregunta ¿Por qué ha
sido posible que en nuestro país se haya incrustado un gobierno pro
imperialista el cual ha fortalecido el modelo económico Neoliberal,
privatizando petróleo y electricidad y que además tengamos los salarios más
bajos del mundo, siendo el único país de América Latina en donde ha crecido la
pobreza?
Nos parece que esto se debe a dos razones principalmente:
1.
Se ha
establecido un gobierno contrario a los principios que nuestra Constitución
Política sanciona, un gobierno con perfil pro imperialista, y antidemocrático. Nuestro país
ha estado en manos de gobiernos que no representan los intereses de la Nación
ni mucho menos gobiernan en beneficio de los trabajadores: Desde el sexenio de Manuel Ávila Camacho, quien a través de
reformas a la ley secundaria permitió la participación de empresarios en el
ramo del petróleo, pasando por Miguel Alemán Valdez, luego con Gustavo Díaz
Ordaz, Luís Echeverría (cooptando a algunas corrientes de izquierda),
profundizándose la crisis de nuestro país con los gobiernos de Miguel de la
Madrid, Carlos Salinas de Gortari, Zedillo, Fox y Calderón; el gobierno de Peña
Nieto se caracteriza por su carácter profundamente antidemocrático y corrupto,
subordinado al imperialismo norteamericano y europeo, es decir un gobierno pro
imperialista.
En este escenario, podemos afirmar que son absurdas
y fuera de la realidad las declaraciones del escritor y supuesto intelectual
Mario Vargas Llosa, quien recientemente declaró a algunos medios de difusión
que se equivocó al afirmar en 1990 (refiriéndose al PRI), que México era la
dictadura perfecta. Ahora Vargas Llosa 23
años después cambia su percepción y plantea: “¡No era perfecta! ¡Era
imperfecta, felizmente! …Era una dictadura imperfecta y la prueba
es que (hoy) no hay una dictadura en México”. Agregando además que le parecía que en México había un masoquismo
colectivo porque la gente volvió a votar por el PRI. Lo peor de sus
declaraciones fue cuando afirmó: “Yo no hubiera votado por el PRI, pero el
PRI que ha asumido el poder, hay que reconocerlo, no es el mismo PRI de antaño. Este PRI está funcionando dentro de la
democracia. Está respetando la democracia; está proponiendo reformas que me
parecen bastante sensatas.”
Habría que responderle a este personaje preguntándole
que pueden tener de sensatas las reformas a nuestra Constitución Política que
les regresa el petróleo y la Industria Eléctrica a aquellos empresarios
extranjeros que nuestra Nación echó en 1938 y en 1960, y que ahora regresarán a
saquear nuestro patrimonio.
En conclusión los tres poderes de la Unión (el
ejecutivo, el legislativo y el judicial), han generado un trastorno público,
convirtiéndose en un gobierno contrario a los principios democráticos y
nacionalistas que nuestra Constitución Política sanciona. No hay estado de
derecho en México, necesitamos recobrarlo.
2.
Por factores
de tipo cultural, hemos permitido los mexicanos que nos arrebaten no solamente
nuestras riquezas naturales(petróleo, etc.), sino que este gobierno nos haya
hundido en niveles de miseria muy parecidos a los que existían en la etapa
porfirista previa a la Revolución mexicana de 1910. Desde el sexenio de
Miguel Alemán Valdés, el PRI empezó a difundir entre la población la cultura de
la corrupción (“que los gobernantes roben pero que salpiquen”), y además la
cultura de la apatía y de la permisividad. Desde esos años y hasta la fecha un
inmenso número de mexicanos, particularmente de trabajadores no se interesa por
los asuntos políticos del país, ni mucho menos para organizarse para cambiar el
régimen. A la clase obrera mexicana por ejemplo, la oligarquía la tiene
controlada con el futbol, y como complemento de esto la religión contribuye a
la desmovilización de los trabajadores (ejemplo de ello fueron las recientes
peregrinaciones, del día 12 de Diciembre, donde cerca de siete millones de
personas estaban más preocupadas por llegar a la Basílica, ignorando que ese
mismo día los apátridas legisladores estaban aprobando la privatización de
petróleo y electricidad).
Esto ha permitido que el modelo económico
neoliberal se profundice severamente en nuestro país, a tal grado que México es
uno de los países con salarios más bajos de América Latina, haciendo posible
que sea el único país de América Latina en donde ha crecido la miseria, de
acuerdo a datos de la CEPAL.
Ante este desastre nacional requerimos los
mexicanos detener este trastorno público originado por la clase política
reaccionaria, luchando por algunas metas que podrían ser:
· Reestablecer la legalidad Constitucional en
materia energética, organizándonos para renacionalizar petróleo y electricidad.
· La Nación mexicana debe empezar la construcción
de un nuevo Constituyente. El actual congreso de la unión solamente responde y
legisla en beneficio de los empresarios trasnacionales.
· Luchar por democratizar y refundar a los
sindicatos de trabajadores, a efecto de que los trabajadores iniciemos un
proceso inmediato de recuperación salarial.
· Como un aspecto fundamental para que podamos
detener la barbarie y luchar organizadamente, es necesario llevar a cabo un
cotidiano proceso de formación política entre la clase obrera, a efecto de que
elevemos nuestros niveles de lucha y de organización.
· Finalmente, el modelo económico capitalista
neoliberal, es incompatible con la democracia, con la paz y con la dignidad y
la sobrevivencia de la gente, por lo que a largo plazo requerimos cuando menos
construir los cimientos para la construcción de una sociedad alterna al
capitalismo, de una sociedad socialista
FRATERNALMENTE
México, D.F.,
a 17 de Diciembre de 2013.
TEMAS, LEMAS
Y DILEMAS
CANAL PATRIO.
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