martes, 28 de febrero de 2012

A REMATE LOS BIENES NACIONALES



FOX PERDIO A SU CANDIDATO EN 2005, CALDERÓN PERDIO A SU CANDIDATO EN 2011 Y LOS MEXICANOS PERDIMOS AL PAIS EN 12 AÑOS.

SE REPETIRA LA TRAICION PRESIDENCIAL, AL PUEBLO MEDIANTE LA INJERENCIA POLITICO ELECTORAL, COMO METODO DE INPUNIDAD PARA CUIDARSE LAS ESPALDAS.


Hemos venido comentando con ustedes, el informe de la Auditoría Superior de la Federación y los resultados de esa revisión, a la Cuenta Pública 2010, nos arrojan mas datos sobre el saqueo, ahora se detectó que la Secretaría de Educación Pública, incumplió su compromiso de atender, las 33 mil 455 escuelas de educación básica, que se encuentran en estado malo y pésimo en materia de infraestructura.

Para explicar de mejor forma que significa "no cumplió con las disposiciones normativas aplicables, a las acciones de infraestructura física y equipamiento, en escuelas de educación básica”, vea la fotografía del recuadro de este párrafo, a eso se refiere el incumplimiento, la falta de avances en ese rubro en torno a los planteles que tenían equipo en mal o pésimo estado, y el re- direccionamiento de los recursos aprobados para el equipamiento de las escuelas de educación básica hacia la gestión y supervisión escolares, la conexión y transmisión de televisión educativa y el pago de adeudos correspondientes al ejercicio fiscal 2009”, que no es más que millones de niños mexicanos son llevados a la nada, por que las escuelas son como lo ven, paja, jacáles de carrizo y pisos de tierra, son a esos lugares que menciono el asesino Juan Molinar Horcasitas, a los que "se les dotaría de equipo digital para la enseñanza pública" (ver el video del Diputado Gerardo Fernández Noroña).


Gerardo Fernández Noroña 
Vs
Juan Molinar H.


Continuar resaltando, las revelaciones de dicho informe, consideramos ya no tiene mayor relevancia, pues nos parece que con uno solo de los develamientos, es suficiente para corroborar la presunción que ha acompañado al sexenio ilegitimo de Felipe Calderón. ¡Muerte, Corrupción y Saqueo a los bienes de la Nación! 



Debido a lo anterior, si no se hace un análisis radical de los hechos, que han sucedido, estos pueden ser interpretados como, “más actos de corrupción del gobierno que ya no despiertan sorpresa”, además se espeta de inmediato "sea cual sea, el partido del que haya emanado la administración, de que se trate", "Todos son lo mismo" y a continuación no hacer NADA aún que esta actuación sea ilícita y expuesta en mayor o menor grado.



A continuación abordaremos algunos aspectos de carácter teórico, sobre el modelo económico, preponderante en el mundo, que ha servido a los políticos de la derecha cavernaria, del PRIAN, y lamentablemente del PRD, para saquear a la nación, mediante la privatización de los bienes nacionales, así como la también privatización de bienes intangibles, pero ideológicamente legítimos, producto del gran pacto nacional, de principios del siglo XX. Emanado de la Revolución Mexicana, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, como lo son la Educación Laica y Gratuita, así como el derecho y garantía que debe proporcionar el Estado Mexicano a la Salud, estos derechos vulnerados lastiman doblemente a la nación y a nosotros como pueblo.


La expoliación capitalista en el trabajo y posteriormente con la vida misma, en los sistemas de salud depauperados por las tribus bárbaras de la derecha que nos gobierna desde hace 40 años así como la educación y el sector energético. La lista de empresas que son saqueadas por los PANISTAS Y PRISTAS es demoledora:

  • PEMEX
  • LUZ Y FUERZA DEL CENTRO
  • COMISION FEDERAL DE ELECTRICIDAD 
  • INSTITUTO MEXICANO DEL SEGURO SOCIAL
  • LA EDUCACIÓN PÚBLICA 
  • MINAS
  • EL AGUA.
Como lo diría un comentarista deportivo de antaño, en cuatro palabras...REMATE DE LOS BIENES NACIONALES, Y NO OTRA COSA ES LO QUE HAN HECHO EN LOS YA CASI DOCE AÑOS DE GOBIERNO PANISTA, HAN VENIDO A CONCLUIR EL MODELO ECONOMICO INSTAURADO POR EL REGIMEN PRISTA DE MIGUEL DE LA MADRID Y ACELERADO HASTA LA DEMENCIA POR CARLOS SALINAS DE GORTARI.



Y ahora, el colmo, los “intelectuales de prepago”, que entran a la “vida política nacional”, Chillando cual marranos, “estoy harto de los políticos y de sus discursos”, “es hora de que los ciudadanos entremos al rescate”, y mil disparates más. Nos referimos, naturalmente al pegote, "diseque" candidato presidencial del PANAL, o mejor dicho al partido de Elba Esther Gordillo,  Gabriel Quadrí de la Torre, quien se reivindica como “liberal”, vean nada más ahora resulta como en los tiempo de mamá Carlota, "la gente bien" se arto y decide en una tertulia literaria, que el debe ser el próximo presidente liberal en pleno siglo XXI ¿SABRA LO QUE SIGNIFICA ESO PARA EL PUEBLO DE MEXICO?.



Para no especular mas, le pedimos se den un espacio de tiempo suficiente y escuchen las incongruencias, de un candidato cuya ignorancia política es tan decimonónica, como la ignorancia proverbial de Peña Nieto y de la candidata de la sonrisa tatuada y ebria, como su camarada de partido, el actual inquilino de los Vi... perdón de los pinos, Josefina Vázquez Mota.



PRIMER CORTE MUSICAL 
Y PUNTO DE REFLEXIÓN
GABINO PALOMARES INTERPRETA 
"LA LETANIA DE LOS PODEROSOS"








LA TEORÍA NEOLIBERAL Y LA GLOBALIZACIÓN BAJO LA QUE SE JUSTIFICAN QUIENES ESTAN AL SERVICIO DE LA OLIGARQUIA INTERNACIONAL Y NATIVA, PARA HURTAR LOS RECURSO NATURALES Y DE LOS BIENES DE LA INMENSA MAYORIA DE LOS SERES HUMANOS Y EN CASO  PARTICULAR QUE NOS OCUPA. MEXICO.



El sistema económico internacional que actualmente rige al mundo se define como el modelo económico, político y social que se fundamenta en una ideología neoliberal. A partir de este hecho, nos enfocaremos en el advenimiento de las políticas neoliberales, tanto para el desarrollo económico, político y social, bajo ese modelo de explotación capitalista hacia, los países así como sus consecuencias e impactos a nivel mundial.



Se considera que el neoliberalismo parte de los antiguos modelos políticos y económicos del liberalismo reconocido a inicios del siglo XIX. Este concepto nace de las implicaciones del liberalismo, caracterizado por estructuras económicas y políticas que parten de las nociones básicas de la libertad; éstas son la igualdad y la justicia. ¿Como se traduce este concepto en la realidad?, pues se trata de “la libertad y de la igualdad, con justicia”, pero aplicada en exclusividad, a las clases dominantes, así como a sus propiedades o medios de producción, esa es la diferencia en la interpretación de las teorías sociales de los “liberales”.



La Ilustración y la Revolución Francesa en el siglo XVIII partieron de la idea de la libertad. Estos acontecimientos dan inicio a que la libertad sea considerada la base de un sistema económico sustentado en el orden capitalista; el cual, fija la divisa fundacional, la libertad para promover el desarrollo comercial y la eliminación de las limitantes para acceder al poder. 



La definición anterior, presenta fuertes contradicciones entre los derechos, de quienes son los dueños de los medios de producción y los trabajadores. A los capitalistas se les encubre bajo eufemístico axioma “el desarrollo comercial y la eliminación de las limitantes para acceder al poder”. La libertad reiteramos, es solo es para los primeros, ya que para quienes les permiten ser lo que son  acrecentando sus recursos económicos, los obreros, la clase trabajadora en general, no tiene derecho alguno garantizado para su legitima protección y defensa, que al ser anulados, permite su expoliación, en detrimento de sus intereses económicos y sociales, los intereses de clase que es sujeta a explotación.



Este cambio económico gestó el liberalismo. Pero esta doctrina es entendida como la actividad que elimina la intervención del Estado en la práctica de los derechos fundamentales del individuo. Considerando así, a Thomas Hobbes como uno de los principales precursores del liberalismo que defiende el individualismo y rechaza la autoridad política:



“Libertad y necesidad son coherentes (...) en las acciones que voluntariamente realizan los hombres, las cuales, como proceden de su voluntad, proceden de la libertad, e incluso como cada acto de la voluntad humana y cada deseo (...) proceden de alguna causa [éstas] proceden de la necesidad. (...) [L]os hombres, para alcanzar la paz y, con ella, la conservación de sí mismos, han creado un hombre artificial que podemos llamar Estado, [formando] leyes civiles, que ellos mismos, por pactos mutuos han fijado fuertemente.
De esta manera, Hobbes se centra en la línea en la que el liberalismo es una doctrina política que considera el derecho de auto preservación como la base fundamental de la existencia del hombre. Encuentra así, que el Estado es el encargado de proteger y promulgar dicho derecho relativo únicamente al hombre”.




SEGUNDO CORTE MUSICAL 

MERCEDES SOSA INTERPRETA 
"ME GUSTAN LOS ESTUDIANTES "








PARA MAYOR PRECISION 




Manchester City
En los últimos 25 años la política económica y el pensamiento público han sido dominados por una filosofía económica conservadora conocida como neoliberalismo. La referencia al “liberalismo” refleja un linaje intelectual que conecta con el liberalismo económico del siglo XIX asociado con Manchester, Inglaterra. El sistema de Manchester predicaba la economía del laissez-faire y se asociaba estrechamente al libre comercio y a la abrogación de la Ley de Granos de Inglaterra que restringió la importación del trigo. Actualmente, el neoliberalismo se relaciona principalmente con la Escuela de Economía de Chicago, la cual privilegia la eficiencia del mercado competitivo, el papel de los individuos en la determinación de resultados económicos y las distorsiones asociadas con la intervención y regulación gubernamentales en los mercados.


Dos principios críticos del neoliberalismo son:


 a) la teoría de la distribución del ingreso, y

 b) la teoría de la determinación del empleo agregado.



Respecto a la distribución del ingreso, el neoliberalismo afirma que los factores de producción (trabajo y capital) se pagan conforme a su valor. Ello se realiza mediante los procesos de oferta y demanda, por lo cual el pago depende de la escasez relativa de factores (oferta) y su productividad (que afecta la de- manda). Respecto a la determinación del empleo agregado, el neoliberalismo afirma que los mercados libres no permiten que los factores de producción valiosos (incluyendo al trabajo) se desperdicien. En cambio, los precios se ajustaran para asegurar la demanda futura y se empleen todos los factores. Esta afirmación es el fundamento de la Escuela Monetarista de Chicago, que afirma que las economías se ajustan de manera automática al pleno empleo, de modo que el uso de políticas monetaria y fiscal para incrementar permanentemente el empleo simplemente genera inflación.



Esas concepciones han sido extraordinariamente influyentes y contrastan con el pensamiento que prevaleció en el período 1945-1980. En ese lapso la teoría dominante de la determinación del empleo fue el keynesianismo, la cual sostiene que el nivel de actividad económica se determina por el nivel de demanda agregada (DA). Adicionalmente, los keynesianos sostienen que las economías capitalistas están sujetas a la debilidad periódica de los procesos de generación de la DA, resultando en desempleo. Ocasionalmente, esta debilidad puede ser severa y produce depresiones económicas –como lo ilustra la Gran Depresión–. En tal mundo, las políticas monetaria y fiscal pueden estabilizar el proceso de generación de demanda.



En lo que atañe a la distribución del ingreso, los keynesianos siempre han estado divididos y esto creó una fatal división que facilitó el triunfo del neoliberalismo. Los keynesianos estadounidenses (conocidos como neo-keynesianos) tendieron a aceptar la teoría neoliberal de la distribución del ingreso “se paga lo que vale”, mientras que los keynesianos europeos (extensamente asociados con Cambridge, Reino Unido, y conocidos como pos-keynesianos) la rechazan. Los pos-keynesianos argumentan que la distribución del ingreso depende de manera significativa de factores institucionales. Así, no sólo importa la productividad y la escasez de un factor, sino que también su poder de negociación que es afectado por arreglos institucionales. Esto explica la importancia de los sindicatos, leyes que determinan los salarios mínimos, derechos laborales y sistemas de seguridad social, como el seguro de desempleo. Finalmente, los acuerdos públicos de la economía también importan, ya que un público que ve la economía a través de una lente de poder de negociación tendrá mayores simpatías políticas por los sindicatos e instituciones de seguridad social.



La gran regresión: el declive del keynesianismo y el renacimiento del neoliberalismo

Durante los 25 años posteriores a la segunda guerra mundial (1945-1970), el keynesianismo constituyó el paradigma dominante para entender la determinación de la actividad económica. Esta fue la época en que se desarrollaron los instrumentos modernos de la política monetaria (control de las tasas de interés) y fiscal (control de los gastos del gobierno e impuestos). Fue también un período en el cual la cobertura de los sindicatos se elevó a máximos históricos, y se amplió el estilo del New Deal de las instituciones de seguridad social y de regulación.



2. La política monetaria es conducida por el Banco Central, el cual maneja las tasas de interés que influyen en el nivel de actividad económica. La política fiscal se refiere al manejo de gastos del gobierno e impuestos que influyen en la actividad económica.



3. La demanda agregada es el nivel total de la demanda de bienes y servicios en la economía. Los keynesianos consideran que las empresas producen con base en sus expectativas sobre el nivel de la demanda agregada, así́ que, por consiguiente, el nivel de demanda agregada determina, en general, el nivel de la actividad económica.



A mediados de los setenta el impulso keynesiano se revirtió, para ser remplazado por un renacido neoliberalismo apoyado en las dislocaciones sociales y económicas asocia- das con la época, como la guerra de Vietnam y los choques de precios del petróleo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). Sin embargo, esas perturbaciones sólo condicionaron un punto de entrada. La causa última del renacimiento neoliberal debe buscarse en las divisiones intelectuales del keynesianismo y su fracaso para desarrollar acuerdos públicos en la economía que podrían competir con la retórica neoliberal de “mercados libres”.



A lo largo del período de predominio keynesiano persistió una profunda oposición conservadora dentro de Estados Unidos que constituyó la base para lanzar el renacimiento neoliberal. Esta oposición había estado presente en el período del New Deal, tal como se manifestó en la oposición conservadora a la creación del sistema de retiro de la seguridad social. Esto continuó después de la segunda guerra mundial, como lo ilustra el patrocinio conservador del Acta Taft-Hartley (1947) que sembró la semilla que ha termina- do por aplastar los derechos de los trabajadores estadounidenses para formar sindicatos, minando su fuerza y su capacidad para organizarse.

El renacimiento del neoliberalismo también fue impulsado por factores económicos y culturales. En escala económica, el éxito del New Deal keynesiano pudo haber contribuido a su propio ruina. Así, la prosperidad creciente, construida sobre las políticas keynesianas y el contrato social de la posguerra entre la empresa y el trabajo, puede haber alimentado la creencia de que finalmente habían sido resueltos los principales problemas económicos de la distribución del ingreso y el desempleo masivo. Como resultado, el público pudo concluir gradualmente que las políticas e instituciones  –como los sindicatos–  que habían causado esa situación ya no eran necesarias.



En escala cultural, Estados Unidos siempre ha celebrado su individualismo radical, epitomizado en la imagen de colonizador. Ese individualismo fue ampliamente alentado por el conflicto ideológico incubado en la Guerra Fría, el cual promovió una antipatía hacia las nociones de acción económica colectiva y una negación de las limitaciones del capitalismo de mercado. En particular, la acción económica colectiva fue impregnada por la identificación con el enfoque comunista en la conducción económica. La Guerra Fría, por tanto, fue tierra fértil para popularizar una retórica económica que habló de los libres mercados “naturales” que existen sin el gobierno y en los cuales la regulación del gobierno reduce el bienestar.



Los factores políticos y culturales son indudablemente importantes en la explicación del renacimiento del neoliberalismo. Pero el keynesianismo también sufrió divisiones intelectuales internas que lo debilitaron. Una fuente de división fue la teoría de la distribución del ingreso. Keynes fue un creyente del producto marginal en la teoría de la distribución del ingreso, por la cual a los trabajadores se les remuneraba por lo que ellos aportaban a la empresa. Esto ofrece muy poca justificación de los sindicatos y otras formas de intervención en el mercado de trabajo, todas las cuales pueden ser consideradas como distorsiones del mercado más que correcciones de las fallas del mercado asocia- das con un desigual poder de negociación. De hecho, mientras Keynes y los keynesianos contribuían ampliamente a la comprensión de los determinantes de la DA y su papel en la determinación del empleo, no había simetría entre el análisis de las condiciones de producción y cómo ellas interactúan con la DA y cómo la afectan.



Una segunda debilidad keynesiana fue la creencia de que la caída de precios y (especialmente) la rigidez del salario nominal fueron responsables del desempleo. Esta posición surgió́ en los años cuarenta, una década después de la publicación de la Teoría General de Keynes (1936). El argumento fue que salarios nominales más bajos conducirían a precios más bajos, incrementando, de ese modo, el valor real de la tenencia de dinero que a su vez estimularía los gastos de consumo y la DA. De hecho, bajar los precios podría incrementar la oferta real de dinero; con ello las tasas de interés bajarían y se estimularía el gasto de inversión. En esa perspectiva, salarios nominales y precios reducidos podrían solucionar el problema del desempleo.


Esta visión neo keynesiana de la flexibilidad de los precios y el salario fue firmemente adoptada, sobre todo por los economistas estadounidenses. De hecho, este enfoque afirma que las rigideces económicas eran responsables del desempleo, y estas rigideces incluyen factores como los sindicatos y las leyes de salarios mínimos. En cierto modo, la posición neo keynesiana estadounidense era implícitamente precursora de la agenda neo- liberal sobre la flexibilidad del mercado de trabajo actual. Este análisis neo keynesiano contrasta de manera notable con el análisis pos keynesiano, que ha considerado al desempleo como resultante de la escasez de demanda ocasionada por la incertidumbre acerca del futuro y la débil confianza de los negocios. En una economía monetaria, los gastos pueden encubrirse si la gente decide retener el dinero, y la flexibilidad de los precios puede empeorar el problema de demanda debido a la deuda. Así́, la caída de los precios y del salario nominal aumenta la carga del pago de interés de los deudores, lo que se revierte en una reducción de sus gastos y posiblemente en una demora de sus pagos.6 La esencia pos- keynesiana es que la contracción basada en el dinero da lugar a una importante eficiencia económica por una baja en los costos de transacción, pero también hace que el ajuste económico sea muy problemático por la flexibilidad de los precios y del salario nominal.

Estas diferencias análogas, en cuanto a la determinación de la distribución del ingreso y el papel descendente de la rigidez del salario nominal en la creación de desempleo, crearon profundas divisiones internas entre los keynesianos. A nivel de la política, estas diferencias abrieron el camino a los neoliberales para caracterizar a las innovaciones del mercado de trabajo del New Deal como distorsiones del mercado más que como correcciones de las fallas del mercado. Como tal, estas innovaciones carecieron de una racionalidad de eficiencia económica, y podía, en el mejor de los casos, ser justificada por razones de igualdad.

Adicionalmente, estas divisiones abrieron el camino para un ataque sobre el pleno empleo keynesiano en la política monetaria y fiscal. Los neo keynesianos estadounidenses apoyaron tales políticas con argumentos pragmáticos de que los precios y salarios son, en la practica, rígidos a la baja, y era por esa razón que la política de intervención del gobierno resultaba necesaria. Así, éstas no fueron las ventajas teóricas de la flexibilidad que los keynesianos impugnaron, sino más bien la posibilidad empírica de flexibilidad de los precios y el salario nominal. Intelectualmente, ésta fue una deformación del mensaje de Keynes, y proporcionó una apertura en la política pública a los economistas neoliberales para argumentar que la política económica debería abandonar la meta de pleno empleo y en cambio hacer realidad la flexibilidad del salario.



Como ya se señaló, el neoliberalismo puede ser entendido en términos de sus teorías de distribución del ingreso y de la determinación del empleo. Según lo anterior, el mercado asegura que a los factores de producción se les pague lo que valen, anulando de ese modo la necesidad de las instituciones de seguridad social y de los sindicatos. En efecto, las instituciones de seguridad social pueden abatir el bienestar social y ocasionar desempleo por interferir con los procesos del mercado. Según ello, el ajuste de los precios asegura una tendencia automática hacia el pleno empleo. Dentro de este esquema, las intervenciones de política para aumentar el empleo causan inflación o incrementan el desempleo al desestabilizar el proceso del mercado. Esta fue la objeción de Milton Fridman en cuanto a la Gran Depresión, quien argumentó que fue ocasionada por un erróneo ajuste mone- tario de la Reserva Federal. La implicación de política es que quienes formulan la política macroeconómica deberían desechar las políticas keynesianas de administración de la de- manda efectiva orientada al pleno empleo. En cambio, deberían adoptar reglas de política transparentes que resten discrecionalidad a las decisiones de política, evitando así errores y que sean las fuerzas del mercado las que solucionen el problema.


En la práctica, la aplicación de la política neoliberal en Estados Unidos fue vista a menu- do como un resbalón entre la copa y la boca –que es el pragmatismo que ha forzado a los políticos neoliberales a apartarse de la teoría–. En cuanto a la distribución del ingreso, la política neoliberal ha buscado consistentemente promover la causa de la desregulación del mercado de trabajo. Esto ha tomado la forma de permitir que el valor real del salario mínimo disminuya, minando los sindicatos y creando, generalmente, un clima de inseguri- dad del empleo en el mercado laboral. En esto, la política neoliberal ha sido leal a su teoría, la cual sostiene que la protección al empleo y la rigidez del salario no son necesarias. El resultado ha sido el incremento de la desigualdad del salario y del ingreso (Mishel et al., 2002, y Palley, 1998a). Para los neoliberales, esto se debe a que el mercado paga a la población lo que vale. Para los poskeynesianos es porque la balanza de la fuerza de trabajo en los mercados se ha inclinado en favor de las empresas.

En cuanto a la política macroeconómica, el neoliberalismo ha sido aplicado de una manera inconsistente y oportunista, y se ha apartado de su retórica teórica. A principios de los ochenta, los responsables de formular la política neoliberal procuraron aplicar las



prescripciones monetaristas de la Escuela de Chicago que abandonaron el ajuste de la tasa de interés keynesiana en favor de la meta de la oferta de dinero. El resultado fue un incremento masivo del desempleo en la OCDE que empujó la tasa de desempleo a un nivel más alto desde la Gran Depresión, a una alza repentina de la tasa de interés real global, y al surgimiento de volatilidad significativa en el mercado financiero. Esto forzó a abandonar el experimento monetarista y al retorno a una política basada en la tasa de interés.



Sin embargo, mientras se retornaba al uso de meta de tasa de interés y políticas activistas de estabilización keynesianas, el objetivo de política cambió. En particular, el concepto de pleno empleo se abandonó y se remplazó por el concepto de “tasa natural de desempleo” (también conocida como NAIRU por sus siglas en inglés). Esta tasa natural es inobservable, y se supone que está determinada por las fuerzas de demanda y oferta en el mercado de trabajo. La adopción de la retórica tasa natural ha servido a dos propósitos: a) ha suministrado cobertura política a las más altas tasas promedio del desempleo que han minado la posición negociadora de los trabajadores, y b) ha provisto de cobertura para mantener las tasas de interés reales en un nivel más alto, beneficiando de ese modo al sector financiero y los acaudalados. Así, aun cuando las tasas de interés han sido ajustadas contracíclicamente para mitigar los ciclos económicos, su nivel promedio ha sido más alto. De la misma manera, la política fiscal ha sido ajustada contracíclicamente para combatir el ciclo económico, pero también ha sido usada para favorecer a ricos y a intereses políticos especiales. Esto es más evidente en la política fiscal, donde las reducciones impositivas se han orientado hacia grupos de ingresos superiores.



La concepción neoliberal de la política de estabilización destaca dos cuestiones. Primero, mientras que la política de estabilización es la respuesta política correcta, los res- ponsables de formular la política neoliberal la han empleado de manera subóptima. Esto se ilustra con la reciente política tributaria estadounidense. Así, la administración Bush empleó oportunamente la recesión de 2001 para bajar los impuestos, pero estas reducciones fiscales se dirigían de manera predominante a los ricos, produciendo de ese modo menos estallidos económicos por dólar, y estructurados para ser permanentes cuando las recesiones demanden recortes tributarios temporales. Segundo, la necesidad del recurso de política de estabilización habla de lo inadecuado de la explicación teórica neoliberal de la economía. Después de todo, según el modelo neoliberal, las economías de mercado, se supone, se ajustan automática y rápidamente al pleno empleo.



Puestas las piezas juntas, el desafío que enfrentan los poskeynesianos es llevar el debate a dos niveles. Primero, a la necesidad de desafiar las características de la política de estabilización neoliberal que han sido subóptimas. Segundo, a la necesidad de desafiar el subyacente esquema conceptual neoliberal. Esta doble tarea es difícil, puesto que dedicarse a un debate sobre las características de la política arriesga a percibir el debate como un asunto de diferencias de rango más que de discrepancias fundamentales en la concepción económica.

Del keynesianismo al neoliberalismo: 
paradigmas cambiantes en economía
Thomas I. Palley


PREMIO NOVEL DE ECONOMÍA 2008  
Paul Krugman:





ü Liberalizar el comercio no dio los resultados esperados sobre el crecimiento, destacó

ü México necesita menos énfasis en reformas estructurales y más en educación: Krugman


ü Manifestó ligero optimismo sobre EU; deseó que los europeos no revienten a los demás


David Carrizales
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 18 de abril de 2012, p. 33

Monterrey NL, 17 de abril. Más que reformas estructurales que ya mostraron su ineficiencia para promover el crecimiento económico, México necesita atacar el problema de la pobreza y desigualdad social, mejorar la educación, elevar la competitividad y resolver el problema de la inseguridad, expuso el premio Nobel de Economía 2008, Paul Krugman.

Durante su participación en el Foro Mundial de Negocios organizado por la Escuela de Graduados en Administracion de Empresas del Tecnológico de Monterrey, Krugman sostuvo que como México ha diversificado exportaciones para no depender sólo del petróleo y el turismo, y además mantiene un tipo de cambio flexible y un aceptable manejo presupuestal, ha logrado enfrentar la crisis mejor que países europeos o el mismo Estados Unidos.

Mencionó que en 1986, cuando comenzaron las reformas económicas, se afirmaba que México tendría éxito al diversificar la economía, se transformaría en un gran exportador de manufacturas, terminaría el ciclo de crisis de deuda, controlaría la inflación y alcanzaría un crecimiento vigoroso a largo plazo. Que sería como Corea del Sur, pero no hemos visto ese desempeño, destacó.

Citó situaciones que sería necesario alcanzar para tener una visión más optimista sobre el futuro nacional. Si yo viera señales claras de que el problema del crimen organizado se estuviera conteniendo o replegando, eso sería una fuente muy importante de optimismo, porque se eliminaría esa nube negra que se cierne sobre México, comentó.

Igualmente, expresó el profesor de la Universidad de Princeton, el panorama sería más alentador para el país si hubiera mejoras sustanciales en la educación básica, porque su deficiencia afecta el crecimiento económico al demorarlo entre 15 y 20 años.

Durante la sesión de preguntas, Krugman sostuvo que hay que tener cuidado cuando se afirma que con reformas estructurales se puede lograr un crecimiento hasta de 8 por ciento. Las reformas estructurales se justifican siempre que existan ciertas rigideces importantes en los mercados, pero hay que tener cierto escepticismo al sostener que un conjunto de reformas puede lograr milagros, advirtió.

Si nos remontamos a principios de los 90, en el Consenso de Washington había muchas afirmaciones de que si se lograba liberalizar el comercio se agregarían dos puntos del PIB a la tasa de crecimiento, según pregonaba el Banco Mundial.

De hecho, Mexico abrió su economía y no he visto ese incremento tan grande. Eso fue erróneo; entonces, no hay que seguir con el supuesto de que cierto tipo de reformas garantizará el crecimiento, aclaró el académico.

Dijo que si se ve cómo les ha ido a algunos países, creo que debemos poner menos énfasis en las reformas estructurales y más en educación, que da crecimiento a más largo plazo.

El Nobel de Economía 2008 recordó que uno de sus principales motivos para visitar México hace 30 años era estudiar las recurrentes crisis económicas; era uno de los países claves para visitar junto con Argentina, pero hoy ya no es cierto, porque, aunque tiene sus problemas, ahora me basta subir al metro de Nueva York y estoy en el corazón de la crisis, afirmó.

Sobre las expectativas económicas, señaló: Soy ligeramente optimista respecto a Estados Unidos y sustancialmente optimista respecto a Latinoamérica; sólo espero que los europeos, mientras explotan, no nos revienten a los demás; si va a ser malo para ellos, esperemos que por lo menos sea relativamente contenido.

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