ESTA PAGINA ESTA EN ESTOS MOMENTOS EN CONSTRUCCIÓN LE INVITAMOS EN UNAS HORAS MÁS A SU LECTURA INCLUIDO PEÑA NIETO
MIENTRAS LES DEJAMOS ALGUNOS COMENTARIOS SOBRE "EL DISLATE", SEGUN NIETO
LIBRERIAS PEÑA NIETO
Si Maquiavelo escribió El Prinicipe -quien escribió El Principito? - Maquiavelito?
Le gustan las obras de Shakespeare? Me gustan mas las de su hijo Shakespirito
Mi abuela me decía: si no lees, cuando crezcas vas a dar pena nieto...
DEMAGOGIA Y DEMOCRACIA LAS
HERMANAS TORPES DE LA CIENCIA Y LA RAZÓN
La demagogia es una práctica política que apela a
los sentimientos y las emociones de la población para ganarse su apoyo. A
través de la retórica, el demagogo busca incentivar las pasiones, los deseos o
los miedos de la gente para conseguir el favor popular.
Por ejemplo: “Este país ya ha sufrido muchos años
de demagogia”, “Le diría al señor gobernador que deje la demagogia de lado y
empiece a resolver los problemas de la gente”, “Si quieres conseguir un favor
de jefe, tienes que entregarte a la demagogia y halagar todas sus decisiones”.
Muchos analistas consideran que la demagogia es
una degeneración de la democracia. Ciertos gobernantes que acceden al poder a
través de elecciones libres (y que, por lo tanto, fueron elegidos por la
mayoría de la población) lo hacen a través de concesiones y halagos a los
sentimientos elementales de los votantes.
En ese sentido, el candidato demagogo no se
impone por su programa político o por sus propuestas, sino que es elegido por
lograr incentivar algún tipo de sentimiento en las personas. Esta elección, por
lo tanto, no es racional.
En última instancia, la demagogia permite atraer
las decisiones de los demás hacia los intereses propios a partir de la utilización
de falacias o mentiras. La manipulación de la información, los datos fuera de
contexto y las falsas dicotomías también forman parte de la demagogia.
A propósito de la demagogia, dijo Peña Nieto en
su perorata cantinflesca desatada en la Feria Internacional del Libro en
Guadalajara el pasado fin de semana, al respecto de la pregunta que le
formularon sobre las tres lecturas o libros que hayan marcado su vida, responde
rápidamente pensando en los votos católicos, “uno de los es la Biblia, confiesa
que no la leyó toda, avanza carismático Gel Boy, apunta y dispara que en la
adolescencia leyó uno de los libros que marcaron vida futura como político y fue
“La Silla del Águila”, que además sin pensarlo dos veces atribuyo al jotin de
derecha de Enrique Krause, ignorando por completo obviamente, que el libro lo
escribió Carlos Fuentes y que se publico en mayo de 2003.
No tiene M…emoria ya que se le hicieron camote los
nombres de los libros supuestamente leídos, así como los autores de los mismos.
Siendo esto lo que la prensa amiga o enemiga destacaron dejando pasar por alto
lo más relevante del Gazapo. Lo que muestra con claridad, que es un demagogo y
que no es cosa menor ni su ignorancia y mucho menos su desfachatez al pretender
hacerse pasar como un joven lector, ya que al indicar que “La Silla del
Águila”, de Carlos Fuentes lo motivo en su ADOLECENCIA a ser político. Veamos por que es
mendaz hasta las cachas, si Quique Peña Nieto nació el 20 de julio de 1966,
para el mes de mayo de 2003, fecha en que apareció publicada este mozuelo
adolescente tenia 37 años, vaya con el adolescente, lo anterior indica que han
transcurrido veloces ocho años en los que alcanzo la etapa adulta, que lo hace
aspirar a ser el presidente de México y que de ribete es capas de “escribir”
libros aún y a pesar de que según su confesión, lee sin recordar y vive
olvidando cosas, como de que murió su primera esposa o quien dio las ordenes
para reprimir luchadores sociales como en Atenco.
El gobernador del
Estado de México mintió como estuvo acostumbrado durante su sexenio, por
ejemplo con la puesta en marcha del tren suburbano se puede apreciar un transporte
público semivacío y sobrante. El segundo piso o viaducto bicentenario el Periférico
Norte, en horas pico. ¿La razón? los usuarios están utilizando esa otra vía,
que llega apenas hasta Cuautitlán, prescindiendo del periférico y anticipan así
la inutilidad e injustificable realización de su faraónica obra vial, que sólo
afeará el horizonte urbano, claro, ha sido un mero capricho del “virrey-gobernador”
Nos parece que el
problema que tratamos esta ubicado en una explicación de origen y esta trata sobre las características
intrínsecas e imánenles a los seres humanos, recomendamos el trabajo titulado México
frente a la Escoria Ladrona, Dignidad o capitulación frente al secuestro de
México por las mafias político-empresariales, escrito por Álvaro de Regil Castilla.
Dignidad o capitulación
frente al secuestro de México
por
las mafias
político-empresariales
Álvaro
de Regil Castilla
Capítulo I:
Darwinismo
y
Antropofagia Social
Primera
Parte – Antecedentes y Contexto
Capítulo
I:
I.
Darwinismo y Antropofagia Social
La
avaricia humana ha hecho valer una vez más la máxima del hombre como lobo del
hombre. El mercado es el nuevo Estado leviatán hobbsiano que nos confirma una
vez más la perversidad intrínseca de nuestra especie.
Los
llamados inversionistas institucionales son los nuevos prohombres y sus
transnacionales las nuevas
instituciones sociales a quienes se supone que debemos otorgarles toda la
autoridad para que nos dicten el nuevo camino por el que debemos andar
ciegamente para mitigar su antropofagia.
I.1
Contradicción de la concepción humana
La humanidad nunca ha encontrado un
modelo de convivencia que permita vivir en armonía entre todos los pueblos y
con la naturaleza. Se puede
argumentar que nuestra especie es depredadora por naturaleza, como lo son todos
los seres vivos, animados e inanimados, que precisan vivir a expensas de otras
especies. Mas hay una enorme diferencia entre cumplir con las leyes de nuestra
naturaleza para vivir, como lo hacen todos los seres de la tierra, y depredar
para tener mucho más de lo necesario a costa de la vida de nuestros semejantes
y del reino natural. Por ello,
apelar a nuestros más rudimentarios instintos naturales para justificar la forma
en que depredamos –mucho más allá de lo necesario para vivir con dignidad en
armonía con nuestro planeta – es craso cinismo. En nuestra arrogancia, nos
consideramos los seres superiores de la Tierra por antonomasia. Sin embargo, a través de la historia
hemos demostrado con creces que los demás seres son mucho más sabios, prudentes
y respetuosos de su entorno, porque instintivamente saben que depredar más de
lo necesario para subsistir, a la larga redundaría en su propio
exterminio. Por ello, en el contexto
humano, depredar significa robar, destruir con violencia.
En contraste, en el contexto animal significa cazar a otra especie para
lograr su subsistencia. El
concepto humano representa una conducta insostenible. El concepto animal representa el uso sostenible –moderado y
equilibrado – del entorno de cada animal para sostener su
vida. Es tan irracional nuestra
conducta que podría argumentarse que los llamados seres irracionales se
comportan a lo largo de su vida de una forma mucho más racional que los “homo
sapiens”. No obstante, a pesar de
que es difícil dudar que nuestra inteligencia sea muy superior a la de
cualquier otro ser de nuestra Tierra, también es difícil dudar que la natural
arrogancia que domina nuestro espíritu ciega nuestras conductas, provocando que
a menudo nuestro comportamiento sea mucho más depredador –y por ello mucho
menos racional – que el de los que arrogantemente denominamos seres inferiores,
supuestamente desprovistos de espíritu y alma.
A través de milenios los humanos
parecemos haber desarrollado una capacidad muy superior de raciocinio a las
capacidades de las demás especies.
Hemos desarrollado destrezas, conocimientos y tecnologías sorprendentes,
imbuidos por la curiosidad innata de nuestra inteligencia. Así mismo, desde los albores del homo
sapiens –o “homo fatidicus” como cada vez más ecologistas nos llaman – hemos
imaginado innumerables creencias religiosas que nos ayuden a entender –como
parte de nuestra curiosidad – la razón de la existencia humana y de todo el
universo que nuestras limitadas capacidades alcanzan a distinguir. Mas en esa búsqueda de la razón de la
existencia nos hemos visto en la necesidad de mitigar la terrible soledad
existencial humana equiparándonos a seres superiores a todos los demás, donde
además la esencia de nuestros dioses a menudo está hecha a imagen y semejanza
nuestra, particularmente en las religiones que provienen de la tradición
judeocristiana.
No se trata aquí de denostar nuestras
necesidades religiosas. En todas
las religiones hay postulados buenos y malos, y es de respetarse la necesidad
de un credo religioso o, a falta de ella, el agnosticismo de todo
individuo. Sin embargo, bajo la
concepción religiosa se han formado las llamadas civilizaciones que se han
arrogado el derecho de propiedad sobre el planeta para nuestro irrestricto
usufructo porque –arrogantemente postulamos – somos los elegidos de nuestros
dioses para gozar de él sin menoscabo. Nuestra incapacidad de comprender lo
divino, aquello que trasciende la experiencia humana, lo suplimos con
postulados que nos arrogan el derecho a concebirnos como seres superiores
–pueblo elegido, casta divina, hijos de Dios, dinastía monárquica y raza
superior, entre muchos otros– y consecuentemente dueños del planeta. Es precisamente esa arrogancia de
concebirnos como seres superiores, uno de nuestros rasgos más profundos, el
motor de la existencia humana que nos obliga a ir en pos de explicaciones y
seguridades ante el misterio de la existencia. Este rasgo –la soberbia que refleja la avasalladora necesidad
intelectual y espiritual de sentirnos superiores a todo lo demás como parte de
nuestro instinto de supervivencia– también ha sido el motor que nos ha llevado
a alcanzar innumerables hitos en el desarrollo material y científico de la
existencia humana. A estos hitos en
su conjunto solemos denominarlos progreso. No obstante, en nuestra arrogancia innata y a la vez supina,
todavía no hemos aprendido a controlar nuestros apetitos egoístas, nuestro
súper yo. De esta forma, nos hemos
dejado arrastrar una y otra vez por la senda de la depredación y el exterminio,
cegados por la necesidad de tener y amasar por el hambre de poder, de
satisfacer nuestra arrogancia y egoísmo a expensas de todos los demás,
incluyendo al planeta mismo.
La realidad es que, si hacemos un
inmenso acto de humildad, nos hemos ganado a pulso el título de “especie más
inferior del universo físico”. En
los ethos imaginarios de las
religiones, los cuales todos requieren de actos de fe, pues nadie puede
explicar y comprobar la razón de la existencia, somos la especie superior en el
centro del universo. Paradójicamente somos quienes menos respetamos a nuestra
Madre Tierra. Tendremos una
inteligencia superior a los demás seres, mas de poco nos ha servido cuando la
hemos usado para depredar y poner al planeta al borde del paroxismo –o quizás
ya hemos rebasado este umbral– que devenga en la extinción de gran parte de sus
habitantes incluyendo a la especie humana.
Así, en nuestro deambular por el
planeta, nuestra superior inteligencia nos ha hecho crear sistemas sociales que
siempre han tenido como hilo conductor el dominio en pos de la satisfacción sin
límites de nuestros peores instintos: el poder, la posesión, la riqueza, el
egoísmo, la soberbia y, por supuesto, la arrogancia; todos
JANIS JOPLIN QEPD
MERCEDES BENZ
JANIS JOPLIN QEPD
CRY BABY
JANIS JOPLIN QEPD
A WOMAN LEFT LONELY
ERIC BORDON
THE WHO
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Te agradecemos la oportunidad de saber de tu persona pero sobretodo de tu opinión, que para nosotros es importante. Unicamente pedimos que el anonimato nunca se albergue en este espacio